Eres consumidor de marihuana, la gente te juzga y te mira mal. Y es que el cannabis, a pesar de ser mucho menos dañino que otras sustancias legales como el alcohol o el tabaco, ha tenido históricamente muchos enemigos.
El primero de ellos surgió en el siglo XX: el petróleo. Las grandes industrias del petróleo odiaban la maría, porque de esta planta se obtienen fibras naturales que son ideales para generar combustible.
En segundo lugar, el papel. Con solo una hectárea de cáñamo de marihuana se puede producir cuatro veces más papel que con una hectárea de árboles. Además, es más resistente que la pulpa de madera y no necesita ácidos ni cloro. Te preguntarás: “¿Por qué, entonces, se siguen talando árboles para hacer papel?” La respuesta es simple: prejuicio puro.
En tercer lugar, el tabaco, que fue muy popular en el siglo XX y continúa en aumento. Aunque representa una competencia indirecta, no lo es en cuanto a los productos.
Si buscas una experiencia de calidad, te invito a descubrir los librillos y cartones de Dr. Whisk3rs.
Y, por último, la industria farmacéutica también se opone al cannabis. Esta planta tiene múltiples beneficios, como mejorar el glaucoma, aliviar el dolor menstrual e incluso ayudar a prevenir el Alzheimer. Sin embargo, el sector farmacéutico depende de sus medicamentos sintéticos, que le generan grandes ganancias, y no quiere que ninguna planta venga a quitarles su negocio.
Por eso, estas industrias tan poderosas ejercen una gran influencia en los medios de comunicación para criminalizar al máximo esta sustancia. Su objetivo es que la gente la odie o le tenga miedo, generando así todos los prejuicios que viven actualmente los consumidores de maría.
Si te interesa este tema, te recomiendo leer en el blog de Dr. Whisk3rs los verdaderos efectos del cannabis y los motivos por los que la marihuana legal debería ser una realidad.