Este truco se llama «el truco del espagueti». Vamos a coger un trozo de dry hash y lo vamos a amasar con las manos, dándole calor. Se irá ablandando y, poco a poco, le damos forma de espagueti. Una vez hecho esto, prendemos un extremo y, cuando empieza a salir la llama, soplamos y lo dejamos al rojo vivo, como si fuera un palo de incienso.
Un producto de excelente calidad debe quemarse de manera constante, sin apagarse, y dejar un residuo o ceniza uniforme. Si deja restos oscuros o negros, es una señal clara de que contiene adulterantes o contaminantes.
Para comprobar la calidad del hachís, toma la ceniza que queda y frótala entre los dedos. Debería sentirse suave y uniforme, sin trozos ni restos.
Si el espagueti se parte fácilmente después de amasar y calentar, es señal de mala calidad. Ahora, tomemos un trozo de dry hash y veamos cómo reacciona. Primero, cogemos un pequeño trozo y aplicamos un poco de calor. Al hacerlo, obtenemos una masa moldeable, similar a un espagueti, lo cual es un buen indicador de calidad.
Observemos más de cerca: el chocolate comienza a quemarse al rojo vivo sin apagarse, y el humo que produce es blanco y denso, lo que también indica una calidad superior. Además, la ceniza que queda debe ser limpia y homogénea. Si la dejamos reposar, veremos que se mantiene sin impurezas.
Un producto de calidad debe ser tan impecable como el mejor cenicero del mundo: sin manchas ni problemas. Y todo esto lo encuentras solo en Dr. Whisk3rs.
